Introducción
En el presente blog, se aborda el tema de la psicofisiología de la ansiedad. Sin embargo, para entender mejor el funcionamiento de esta disciplina, es importante entender qué es la ansiedad. La ansiedad es un estado emocional que se caracteriza por una sensación de inquietud y agitación desagradable, acompañada de la anticipación de un peligro inminente. Se manifiesta mediante una combinación de síntomas cognitivos, fisiológicos y motores que pueden generar una reacción de sobresalto y un deseo de evitar la fuente del malestar (Sierra et al., 2003).
Desde un punto de vista funcional, la ansiedad cumple un papel adaptativo al preparar al individuo para enfrentar situaciones amenazantes. Sin embargo, cuando se presenta de manera excesiva o desbordada, puede influir negativamente la vida cotidiana y convertirse en un trastorno. Su manifestación puede ir desde una leve preocupación hasta episodios graves de pánico, con síntomas como palpitaciones, aumento del ritmo cardiaco y respiratorio, tensión muscular y evitación de situaciones que generan estrés (Sierra et al., 2003).
Entonces, teniendo en cuenta lo anterior, se puede definir como psicofisiología de la ansiedad a el estudio de las relaciones entre los procesos psicológicos de la ansiedad (como el miedo, preocupación, tensión) y sus manifestaciones fisiológicas automáticas e involuntarias (Cano et al., 2018).
Referencias
Cano, I., Tilano, L., García-Mayén, H., Mera, F. (2018). Mediciones fisiológicas de la ansiedad: avances y posibilidades. (2018). Revista Investigium IRE Ciencias Sociales Y Humanas, 9(2), 68-81. https://investigiumire.unicesmag.edu.co/index.php/ire/article/view/278
Sierra, J. C., Ortega, V., & Zubeidat, I. (2003). Ansiedad, angustia y estrés: tres conceptos a diferenciar. Revista mal-estar e subjetividade, 3(1), 10-59.
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